HANDFASTING
Unión de manos o Handfasting
El nombre de Unión de Manos o Handfasting significa literalmente “unión de manos”, proviene de una antigua costumbre celta en el que los contrayentes, mientras se miran a los ojos el uno al otro, toma sus manos derecha e izquierda formando el símbolo del infinito mientras que la Cuerda o Lazo de Unión de Manos se ata alrededor de sus manos en un nudo.
Se sabe que en Irlanda los matrimonios eran un contrato que duraba 6 meses y podía ser renovado si las cosas iban bien. Esto es lo que se llama Handfasting porque, mientras se miran a los ojos uno al otro , la pareja junta sus manos derechas e izquierdas formando el símbolo del infinito, mientras la cuerda se ata alrededor de sus manos en un nudo. Esta acción proviene de antiguas tradiciones indoeuropeas de fusión y armonización entre el hombre y la mujer.
Como es tradicional en todas la festividades de origen celta, las uniones conyugales solían asociarse a las fiestas de Beltane dios del fuego una fiesta muy relacionada con ritos de fertilidad y con Lughnasadh 1 de Agosto que marca el comienzo de la época de la comienza y la maduración de las primeras frutas. También era costumbre realizar bodas en luna llena.
En lugar ante un altar la pareja se sitúa en el interior de un círculo. Se trata de un símbolo muy importante en la cultura celta que hace referencia a la eternidad.
Normalmente se escogerá un enclave en la naturaleza, al aire libre y con muchos árboles para estar en contacto con la madre tierra.
CEREMONIA
Que cada persona aquí reunida llame a este rito sagrado, a este sitio consagrado, a los poderes que nosotros conocemos como las fuentes del amor y de la inspiración.
Tomemos unos momentos para ponernos en armonía con este Presencia para poder abrirnos del todo hacia la importancia de este momento y este lugar.
¿(Novio) y (Novia), acudís a este lugar por voluntad propia, libremente?
PAREJA: Así es.
Honremos ahora las cuatro direcciones cardinales de nuestro mundo, para que sus bendiciones sean traídas a esta pareja.
Se lleva a la pareja alrededor del círculo, a cada una de las cuatro direcciones.
(Este) ¡Espíritus del este, espíritus del aire, dejadnos sentir vuestro aliento!
(A la pareja:) A través de tiempos de incertidumbre, a través de los vientos del cambio, ¿todavía os amareis y os honrareis?
PAREJA: Sí lo haré/Sí lo haré
¡Entonces sed bendecidos por los poderes del este! Que juntos ENCONTREIS la libertad del vuelo por el aire claro de las montañas, que vuestro matrimonio renazca con cada nuevo amanecer.
(Sur ) ¡Espíritus del sur, espíritus del fuego, dejadnos sentir vuestro poder!
(A la pareja:) A través de las llamas de la pasión, y cuando los llamas se disminuyan, ¿Todavía os amarais y os honrarais?
PAREJA: Si lo haré/Sí lo haré
¡Entonces sed bendecidos por los poderes del sur! Que juntos bailáis a lo largo del camino del coraje y de la vitalidad. Que vuestra casa se llene de calor.
(oeste) ¡Espíritus del oeste, espíritus del agua, dejadnos sentir vuestra energía que fluye a través de las corrientes del agua blanca y los pozos profundos y serenos de emoción.
(A la pareja:) ¿Todavía os amareis y os honrareis?
PAREJA: Sí lo haré/ Sí lo haré
Entonces sed bendecidos por los poderes del oeste. Que juntos tejáis y mezcláis vuestros deseos, fluyendo con la belleza de las mareas del océano. Que vuestra vida compartida se llene de amor.
(norte ) ¡Espíritus del norte, dejadnos sentir vuestra certeza!
A través de tiempos de frías restricciones, cuando los problemas parecen inamovibles, ¿Todavía os amareis y os honrareis?
PAREJA: Sí lo haré/Sí lo haré
Entonces sed bendecidos por los poderes de la tierra. Que juntos echáis raíces por tierra dulce y fértil, para que vuestra unión crezca fuerte. Que vuestras vidas juntos sean ricas con esa fertilidad y su perfecta fruición.
Delante del altar, se juntan las manos y se las atan con cintas de tela.
En los lugares sagrados y en los momentos propicios, nuestros antepasados se cogieron de la mano al casarse, y tales uniones de manos, de las que fueron testigo los Dioses y la comunidad, eran legales, verdaderas y establecían un verdadero compromiso, tal como el amor ata un corazón a otro.
(Novia) y (Novio), ¿estáis preparados para declarar vuestros (¿renovados?) juramentos el uno al otro/a, juramentos que os juntarán, alma a alma, corazón a corazón, juntando las líneas sanguíneas de vuestros antepasados y las de vuestra descendencia, atestiguados por los que se han reunido aquí el día de hoy, en espíritu y en cuerpo, en este círculo sagrado?
PAREJA: Sí, lo estoy/Sí, lo estoy.
Todas las cosas de la naturaleza son circulares. La noche se hace día, el día conduce de vuelta a la noche que, una vez más, se convierte en día. La luna crece y mengua, y vuelve a crecer. Hay la primavera, el verano, el otoño y el invierno, luego vuelve de nuevo la primavera Éstas son las florecientes ritmos del Ciclo de la Existencia, pero en el Centro del Círculo hay la quietud de la Fuente, eterna y brillante.
(Novia) y (Novia), ¿Habéis traído el día de hoy con vosotros vuestros símbolos de estos misterios de la vida?
PAREJA : Sí, lo hemos hecho.
El Padrino da los anillos al Sacerdote.
Que sean bendecidas pues en nombre de los viejos dioses de nuestra tierra, porque son una señal externa y un sagrado recordatorio de vuestro compromiso (el uno con el otro) atestiguado hoy aquí.
Los anillos se bendicen, se consagran y se ponen encima del altar.
Como el sol y la luna traen la luz a la Tierra, ¿vosotros (Novia) y (Novio),juráis traer a esta unión vuestra/ esto, vuestra unión…. la luz del amor y de la dicha?
PAREJA: Sí, lo hago / Sí, lo hago.
El Sacerdote bendice y consagra a la Vela nupcial. La vela puede encenderse en este momento, si es apropiado.
¿Juráis honrar el uno al otro/a tal como honráis aquello que tenéis más sagrado?
PAREJA: Sí, lo hago/ Sí, lo hago.
Se desata a las manos de la pareja, y la cinta se posa sobre el altar.
Cogiendo los anillos, el Sacerdote da uno al novio, quien lo pone en el dedo de la novia, luego el otro a la novia, quien hace lo mismo, y le formula a continuación sus juramentos personales.
El Sacerdote bendice a la Piedra nupcial y la consagra.
La Tierra Sagrada es nuestro hogar. Nos ofrece el poder de la vida, nutriendo a nuestro cuerpo y alma, sosteniéndonos desde el nacimiento hasta que nos soltemos en los mundos del espíritu. Cada roca y piedra, cada pedrusco y gema contiene dentro de sí las historias de todo el tiempo.
Habéis elegido juntos a esta piedra como cimiento y piedra prima de vuestro matrimonio a partir de este momento. ¿Ahora juráis sobre ella, como símbolo de esta tierra sagrada y de nuestra santa Madre Tierra, que os mantendréis fieles a vuestros juramentos?
La pareja posan sus manos sobre la piedra que sostiene el Sacerdote.
Que la Tierra sea testigo, pues, de que (Novia) y (Novio) se unen en amor y dicha y libertad. ¡Que así sea!
Coged ahora los obsequios de vuestras tierras natales y, mezclándolos, ofrecedlos a los espíritus de la tierra sobre la que hacéis vuestros juramentos, esta tierra que ahora es vuestro hogar.
La pareja mezclan los regalos y los vierten sobre la tierra.
Que vuestros juramentos se sellen con un beso.
La Pareja se besan. Las Damas de Honor y amigos les lanzan los pétalos de confeti y los granos de amor y fertilidad.
Que todos sean testigos de que (Novio) y (Novia) se unen/son/están unidos en amor como Marido y Mujer. A través de este (renovación de su) matrimonio, atestiguado y bendecido, que su amor se vista de la belleza, majestuosidad y poder de esta Tierra sagrada.
Mi propia bendición, y las bendiciones de todos los reunidos aquí estén con vosotros. La bendición de vuestros dioses y de los dioses de vuestros ancestros sea con vosotros. Con vosotros y con todo lo que nazca de vuestra unión. ¡Que así sea!
El banquete tradicional es de pan y aguamiel. No obstante, éstos pueden sustituirse por tarta y vino o sidra, o lo que se prefiera. Se da el pan a la Novia y al Novio el aguamiel (o vino o sidra) para que los sostengan mientras el Sacerdote da las bendiciones.
Madre Tierra, en nombre de nuestros dioses, los dioses de nuestra tierra y de nuestros antepasados, nosotros te damos las gracias. Tú nutres nuestro cuerpo y alma con tus dones de belleza y abundancia. Como nos honras con el precioso don de la vida, así te honramos a ti.
Padre Cielo, en nombre de nuestros dioses, los dioses de nuestra tierra y de nuestros antepasados nosotros te damos las gracias. La luz del sol y las bendiciones de la lluvia caen sobre el cuerpo de nuestra madre, produciendo sus regalos.Como nos honra con tus bendiciones, asi te honramos a ti.
La pareja ofrece el primero a la tierra, partiendo el pan y vertiendo el aguamiel, el segundo a los antepasados y luego se lo ofrecen el uno al otro / otra. Compartiéndolo con todos los presentes, llevan los panes y el cuerno alrededor del Círculo.
El rito del matrimonio se ha completado.
La pareja se juntan al Círculo.
LA ORACIÓN POR LA PAZ
Antes de que nuestra ceremonia finaliza y volvemos a los mundos mas allá, formemos el Círculo de todas las existencias, para que podamos compartir la dicha que hemos atestiguado. Levantemos nuestros pensamientos hacia los poderes que nos ofrecen la vida y la inspiración, sabiendo que los dones de belleza y amor recibidos en este rito son nuestros pare compartir, como bendiciones de sanación, protección y abundancia, para este planeta sagrado y todas las criaturas que viven en ella.
El Sacerdote conforma el círculo y se une a los asistentes en un momento de silencio.
Que el mundo se llene de amor, belleza y armonia.
TODOS: Que así sea.
LA CLAUSURA DEL RITO
El rito se ha completado. Que nuestros recuerdos estén enriquecidos con ello/por ello. Demos las gracias a los poderes de la naturaleza por su asistencia.
Se dan las gracias a los espíritus de las Cuatro Direcciones, los Tres Mundos, los antepasados y a otros que hayan sido invocados por el rito, mientras se cierre al Círculo.
Espíritus del norte, gran oso, fuerte tejón, leal perro, espíritus de la tierra, os damos las gracias por los dones de fuerza y firmeza para conseguir nuestro propósito…) que habéis traído al Círculo. Mi señora del vientre, que tus regalos/dones queden con esta pareja de hoy en adelante.
¡Saludos y partid en paz!
Espíritus del oeste, gato cazador , sabio salmón, nutria burlón y sabia rana, os damos las gracias por los dones de profunda sabiduría y el libre flujo de la inspiración que habáis traído a nuestro Círculo. Mi Señora de los Mares, deje que tus dones sigan con esta pareja de hoy en adelante.
¡Saludos y partid en paz!
Espíritus del sur, orgulloso ciervo, zorro veloz, espíritus del fuego, os damos las gracias por los dones de pasión y energía que habáis traído a nuestro Círculo Mi señor de los Verdes Bosques, deje que tus dones sigan con esta pareja de hoy en adelante.
¡Saludos y partid / parte en paz!
Espíritus del este, halcón, mirlo, alto águila, espíritus del aire, damos las gracias por los dones de claridad y visión afilada que habáis traído a nuestro Círculo. Mi Señor del sol naciente, que tus dones sigan con esta pareja de hoy en adelante.
¡Saludos y parte en paz!
Doy las gracias a todos los seres, visibles y también invisibles, que se han reunido hoy aquí. Que todos sean bendecidos, regresando a sus reinos en paz.
Oh Espíritu de este Lugar, te damos las gracias por tus bendiciones. Saludos, Oh antepasados, Oh grandes Dioses de antaño, os damos las gracias por vuestra presencia, por vuestra guía y vuestra inspiración. Que estos dones sigan con nosotros mientras os saludamos y nos despedimos.
Que el Círculo se abra para que estas bendiciones puedan compartirse, y para que dé comienzo el banquete. Sed bendecidos, como lo bendito es.
El Círculo se deshace.
Esta celebración acaba en paz, tal como empezó. Que el espíritu de este rito y las bendiciones que hemos recibido vayan con todos nosotros mientras partimos de este lugar, para nutrir, fortalecer y sostenernos hasta que nos volvamos a encontrar. Que las bendiciones de este rito nutran, fortalezcan y sostengan a (Novia) y (Novio) a lo largo de su vida conjunta.
¡Que así sea!”
La pareja encabeza la procesión que ahora deja atrás al círculo, seguidos por el Padrino y las Damas de Honor, padres y otros participantes, los invitados siguiéndolos a ellos.
El Sacerdote es el último en dejar atrás al Círculo, haciendo las últimas oraciones de clausura.
¡Sed bendecidos como lo bendito lo es!
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