PROTECCIÓN CONTRA ENEMIGOS
A la una, está el sol más alto que la luna.
A los dos, las dos tablas de Moisés en las que escribió el Padre sus Mandamientos.
A las tres, los tres Patriarcas.
A las cuatro, las cuatro llagas de Nuestro señor.
A las cinco, las cinco puntas del Santo Pentagrama.
A las seis, los seis cirios con que alumbraron Galilea.
A las siete, los siete dolores que sufrió María Santísima por su Hijo Jesucristo.
A las ocho, todas las puertas se alzan con las ocho puertas del Paraíso.
A las nueve: mírese amigo, menos nueve enemigos.
A las diez, los diez Mandamientos guardaré.
A las once, las Once Mil Vírgenes me acompañarán,
me guiarán y me alejarán de todo mal trance o peligro.
A las doce, los Doce Apóstoles me escoltaran en mis caminos.
A las trece, preso Satanás, no me tocará ni por delante ni por detrás.
Así sea, así esta hecho, así será.
Rezar Padrenuestro y Gloria.
Esta antigua y muy eficaz oración se hace por la noche,
y es aconsejable repetirla con cierta frecuencia
para estar bien protegido en todo momento.
Antes de rezarla se puede encender una vela morada
o marrón, o blanca, o azul oscuro, y quemar incienso puro en grano y echar el humo que desprende sobre si mismo, o sobre la persona que se quiere proteger de cualquier enemigo, mal y peligro.
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